LA VELOCIDAD DE LA FIRMA MANUSCRITA DIGITAL
Supone la velocidad un factor fundamental de las grafías manuscritas que merece, para los Peritos Calígrafos, una atención especial, por sus peculiaridades, en el caso de aquellas cuya ejecución se practica sobre la pantalla de un instrumento electrónico de naturaleza digital, tal como, verbigracia, un móvil o una tableta.
Y es que resulta incontestable, por encontrarse empíricamente demostrado, tal como podemos comprobar diariamente, en nuestro continuado quehacer profesional, los Peritos Calígrafos Digitales, el hecho de que, al desarrollarse sobre las expresadas superficies, la escritura manuscrita ve considerablemente aumentada su velocidad con respecto a la que es habitual en su ejecutante sobre la tradicional superficie de papel.
La razón de esta circunstancia viene dada por diversos factores, entre los que destacan los siguientes:
1º.-) La considerable mayor resistencia que, con respecto a las pantallas de los antedichos dispositivos electrónicos de naturaleza digital, ofrece el papel a la punta tanto de las tradcionales plumas como, también, aunque menor, a los trazados de escritura manuscrita efectuados con los bolígrafos de tinta y gel (siendo, en el caso del gel, la resistencia menor que a la tinta, cuyo curso resulta menos fluido), todo ello suponiendo un correcto funcionamiento de los expresados instrumentos escriturales y teniendo las superficies escriturales una calidad estándar.
2ª.-) Cuando se escribe sobre papel, la mano que desarrolla el ejercicio escritural portando el instrumento escritural, en su roce sobre tal superficie, provoca, también, mayor resistencia al roce que cuando el roce tiene lugar sobre las pantallas de los expresados dispositivos electrónicos de naturaleza digital.
3º.-) Habida cuenta la posibilidad de poder el escribiente corregir sin dejar huella alguna los errores que pudiera cometer en sus trazados, el mismo se muestra más desenvuelto y decidido al escribir, con menos vacilaciones y mayor seguridad, que cuando escribe sobre el papel, sobre el que hay que proceder, a tales efectos, a efectuar tachados y borrones. A este respecto, hay que tener en cuenta que, incluso en el caso de las tintas que se pueden borrar, tras la operación de borrado, quedan huellas del trazado que, sin éxito, se trata de hacer desaparecer totalmente, debiendo a ello añadirse lo más o menos engorroso de tal labor.
4º.-) Los instrumentos de firma digital no se ven afectados por las sumamente frecuentes alteraciones que sufren los de tinta o gel al ir expidiendo éstos sobre la superficie escritural, y que hacen de la escritura manual un proceso bastante desagradable, forzado y, en muchas ocasiones, bastante sucio, tal como esto último ocurre cuando los bolígrafos y plumas expiden demasiada tinta, siendo, también, muy incómoda la escritura manual cuando tales instrumentos escriturales expiden menos tinta de la normal, haciéndose sumamente lenta, al provocar tirones y sobrescritos para hacer más legible lo escrito.
La expresada mayor velocidad de la escritura manual efectuada sobre móviles o tabletas va a traer, con frecuencia, como consecuencia, una acusada mayor tendencia a los coligamientos escriturales, evitándose, así, levantamientos del útil escritural que sí se harían, en cambio, sobre papel. Esta circunstancia ha de ser tenida muy en cuenta, en nuestros análisis de cotejo, por los Peritos Calígrafos, que, si no la tomamos en consideración, podemos llegar a cometer serios errores que afecten gravemente a las conclusiones que saquemos sobre la autoría de escrituras manuscritas.
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Akira Abate
Perita Calígrafa Digital Documentóloga